Prólogo: 5
Parte anterior: Prólogo: 4
~Guarida~
(Click para escuchar la música)
El hombre de aspecto gentil nos lleva a un lugar lleno de objetos antiguos. Un cuarto que se siente muy cálido.
Es un cuarto amplio al que uno podría llamar living. Tiene una mesa de comedor, un sillón, una mesa de juegos, e incluso una cocina en el cuarto adyacente.
(No tenía idea de que había un cuarto así en la mansión. Es extrañamente calmante— ¿Eh?)
En el momento que entro al cuarto, veo una mariposa con alas blanquecinas flotando cerca.
Como si hubiera sido alguna especie de ilusión óptica, lentamente desaparece de mi vista.
(¿Qué diablos...?)
Hombre de ojos caídos
"Disculpe... ¿Ese monstruo realmente le dio una paliza, no? Su herida es bastante grande..."
Cuando me doy vuelta, veo al hombre revolviendo el contenido de un estante cercano.
Hombre con dos lunares
"El sangrado prácticamente paró. No te preocupes por eso."
Hombre de ojos caídos
"¡No podría hacer eso! Disculpe, ¿señorita...?"
Yo
"¿Quién, yo?"
Hombre de ojos caídos
"Hay algunas vendas en este kit de primerios auxilios. ¿Podría limpiarle las heridas y envolverlas, por favor? Creo que las mujeres son mejores para este tipo de cosas."
Yo
"Bueno, ¡yo me hago cargo!"
Mojo una toalla y la dejo al lado del kit de primerios auxilios. Después, arremango las mangas manchadas de sangre del hombre mientras se sienta en el sillón.
(Ya lo dijo, pero sus heridas realmente no son tan profundas. Creo que se curarán en sólo un par de días.)
Yo
"......"
Hombre con dos lunares
"Hey."
Yo
"¿Em, sí? ¿Qué pasa?"
Hombre con dos lunares
"¿Te da miedo la sangre? Parece que estás a punto de llorar... No trates de jugar a ser enfermera si vas a estar así."
Yo
"Esperá, ¿qué?"
Hombre con dos lunares
"¿No te das cuenta? Tocate los ojos."
(Wow, tiene razón. Estoy lagrimeando.)
Yo
"¡Ah, perdón! ¡No es eso! Es sólo que... Finalmente se asentó en mi mente la situación en la que estoy. Mi vida realmente estaba en peligro..."
"De verdad estoy muy agradecida de que me hayas salvado."
Hombre con dos lunares
"Hmph. No podría haber dormido por la noche sabiendo que te había dejado morir."
Yo
"Cualsea la razón, igual lo hiciste."
"Así que... Si no te molesta, vendaré tus heridas."
Hombre con dos lunares
"Urggghhh..."
Le limpio la parte superior de su brazo, manchando la toalla de algódon de rojo. Poco después, puedo ver el corte sobre su piel. Se está volviendo negro, y se extiende como un moretón.
(Se lastimó protegiéndome... Esto es mi culpa...)
Siento la culpa pesándome en el corazón. Rápidamente le da lugar al miedo.
Saber que alguien se lastimó por mi culpa... Es insoportable. Es como si alguien invisible estuviera parado ahí, apuntándome el dedo de la culpa.
Hombre con dos lunares
"¿Cuándo encontraste este cuarto?"
Hombre de ojos caídos
"El día que desperté. Recuperé la consciencia hace un par de días, y después salí a explorar."
Hombre con dos lunares
"Con esos monstruos deambulando?"
Hombre de ojos caídos
"Fue un tanto aterrador, pero tenía que ver si había más gente acá. Es por eso que estoy aliviado de haber encontrado a ustedes dos."
"Ah, por cierto, podemos hacer té acá. ¿Les gustaría un poco?"
Guarda el kit de primeros auxilios, y empieza a preparar el té con movimientos bien practicados.
(Hay agua y electricidad acá. Y necesidades diarias también.)
Hombre de ojos caídos
"Ah, además, hay algunos cuartos de invitados en el entrepiso allá. Tienen camas, así que quedarnos ahí no debería ser problema."
Hombre con dos lunares
"Bueno. Entiendo lo de los cuartos. Igualmente, ¿cómo sabés que este lugar es seguro?"
"Todavía hay chances de que esos monstruos nos puedan oler y nos ataquen de vuelta."
Hombre de ojos caídos
"Así es... No puedo decir que sea completamente seguro. Sólo siento que lo es..."
"Después de observar los monstruos por un tiempo, noté que no parece que se acerquen a lugares donde hay mariposas blancas."
Yo
"¿Mariposas blancas? ¿Te referís a las que está flotando alrededor de la entrada de este lugar?"
Hombre de ojos caídos
"Sí, precisamente. En contraste, las mariposas negras son una especie de mal augurio, así que siempre me preparo para lo peor cuando veo una de esas."
(Mariposas blancas y negras... Estamos adentro, así que ¿cómo es exactamente que están entrando?)
Hombre con dos lunares
"De una u otra forma, no podemos quedarnos acá por mucho. Si la puerta principal no se abre, deberíamos romper una ventana para escapar."
Hombre de ojos caídos
"Ya traté de hacer eso. Ni siquiera pude hacerle un rasguño al vidrio. Cuando miré hacia afuera, todo estaba cubierto en una niebla espesa..."
Yo
"¿Cómo se supone que salgamos, entonces?"
Después de murmurar para mí misma, algo repentinamente vuelve a mi mente.
Yo
"¡Los celulares! ¿Tenías un teléfono encima tuyo cuando recobraste la consciencia?"
Hombre de ojos caídos
"¿Eh?"
Yo
"Nosotros teníamos teléfonos en el bolsillo cuando llegamos acá, y tenían mensajes en ellos."
Hombre de ojos caídos
"Ah, así es. Había un sólo mensaje en su bandeja de entrada."
Hombre con dos lunares
"¿Qué decía?"
Hombre de ojos caídos
"No logré entenderlo. ¿Les muestro?"
(Click para escuchar la música)
Saca el celular y nos muestra la pantalla.
El mensaje en pantalla dice:
«El arma está en sus manos.»
Yo
"¿'El arma está en sus manos'...? ¿Y eso qué significa?"
Hombre con dos lunares
"¿Tenías algo más en la ropa?"
Hombre de ojos caídos
"No. Nada más además de este celular. Por ende, estoy perdido en cuanto a lo que está pasando."
Hombre con dos lunares
"Estos mensajes son de un remitente desconocido también. Probablemente la misma persona que nos puso acá."
Hombre de ojos caídos
"¿Qué clase de mensajes tenían ustedes?"
Yo
"Bueno..."
Le contamos sobre el contenido de los mensajes en cada uno de nuestros celulares. No sabía que pensar de ellos tampoco.
Hombre de ojos caídos
"Kaleidoscopio... Debe ser algo importante para el remitente. ¿Podrá ser que esa persona nos está pidiendo ayuda para buscarlo?"
Yo
"Hmm... Puede ser. Si tan sólo las instrucciones fueran más específicas..."
El cuarto queda en silencio. Al no tener recuerdos, los tres no tenemos nada de que hablar. No podemos hacer más que mirar fijamente la pantalla del teléfono en la mesa.
(¿Qué deberíamos hacer?)
Yo
"...?"
Repentinamente siento una vaga punzada en mis oídos. Me invade un mal presentimiento, como si hubiera ocurrido un desastre.
Hombre con dos lunares
"¿Qué pasa?"
Yo
"Creo que escuché algo...afuera."
Camino hacia la puerta y pongo mi oreja encima. Escucho los quejidos de un hombre a lo lejos.
(Eso fue...¿un grito?)
(Click para escuchar la música)
Yo
"¡Alguien está gritando! ¡Debe estar siendo atacado por un monstruo!"
Hombre con dos lunares
"¿¡Eh!?"
El hombre corre hacia la puerta y la abre apenas para poder ver hacia afuera.
???
"¡AAAGH!"
Yo
"¡Escuchá! ¿¡Vos también lo escuchaste, no!?"
Hombre con dos lunares
"Sí... Suena como la voz de un hombre."
(¿¡Qué vamos a hacer!? ¡Si no lo ayudamos, él...!)
Recordando la herida que traté antes, cierro mis ojos con fuerza.
(Yo...)
Hombre de ojos caídos
"¿¡Eh!? ¿¡A dónde está yendo!?"
Yo
"Yo... Yo quiero ayudar. Como cuando me salvaron a mí antes."
Hombre con dos lunares
"¿¡No me digas que querés ir cara a cara con esas cosas!?"
Yo
"Em..."
Sin darme cuenta, había agarrado un jarrón cercano.
Hombre con dos lunares
"¿¡Sos estúpida!? ¡Estamos hablando de monstruos! ¡No podés ganarles!"
Me saca el jarrón de las manos, gritándome.
(Se que es insensato... ¿Pero no puedo simplemente dejarlo así!)
Yo
"¡Perdón!"
Hombre con dos lunares
"¡H-Hey!"
Me los saco de encima cuando tratan de pararme y corro hacia la dirección de la voz.
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